El bicampeón de América pasó una dura prueba ante el Atlético Mineiro en una serie donde siempre estuvo en desventaja. Los ‘Pork’s’ están entre los 4 mejores de América por tercera vez consecutiva. Historia pura de la Copa.
Nunca se puede subestimar el corazón de un bicampeón y menos si se trata de este histórico plantel de Palmeiras que está marcando una era en la Copa Libertadores con una tercera clasificación consecutiva a semifinales, como no pasaba hace muchas décadas en este torneo. Habría que evocar, incluso, a las hazañas de notables equipos como Independiente de Avellaneda, el Santos de Pelé, Estudiantes de La Plata, el Boca Juniors del ‘Toto’ Lorenzo o Peñarol de los ’60 y ’70. O más acá en el tiempo, con el Sao Paulo de Telé Santana en los ’90 o el Boca de Carlos Bianchi iniciando el reciente siglo. Todos supieron dominar América a su estilo, pero con la casta como denominador común.
Así han pasado estos tres años con el ‘Verdao’ que dirige el portugués Abel Ferreira. A muchos no les convence su propuesta en el campo, pero ayer clasificó por tercer vez consecutiva a las semifinales de la Copa, protagonizando una noche heróica en la que se quedó repentinamente -desde los 29′- con un hombre menos, pero soportó el embate del Atlético Mineiro con la raza que lo llevó a la cima desde el 2020. Así, manejó el partido hasta la definición por penales -tras igualar a cero en los 90′- y se pudo imponer por marcador de 6-5.
Ahí, en la delgada línea donde los futbolistas se convierten en héroes o villanos, el arquero palmeirense Weverton se puso la capa para atajar el sexto cobro al lateral mineiro Rubens y recibir el aplauso de todo el estadio Allianz Parque. Así y todo, el ‘1’ prefirió valorar a sus compañeros y su declaración al final del partido lo delata: «La raza de este equipo es infinita. Con uno menos, después con dos menos. Esta es una victoria que nos llena de orgullo», afirmó.
Lo que se viene a partir de fin de mes es la mejor parte para el ‘Porco’, quizá la instancia en la que se siente más cómodo, ya que el objetivo es llegar a la final de Guayaquil. Sin embargo, primero deberá enfrentar al vencedor de la llave entre Athletico Paranaense y Estudiantes de La Plata que se define hoy en Argentina. Mientras tanto, el rey espera desde el balcón.
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