«El domingo cueste lo que cueste”. Así abrió y así cerró anoche la Bombonera. Con el hormigón sacudiéndose a full, para acá y para allá. Como si estuviera viva. Temblando. Latiendo. Bajándole un mensaje claro a sus jugadores. En el medio, con todo ese peso sobre la espalda, Boca respondió y sacó una victoria 2-0 muy pero muy valiosa frente a un rival duro -y que últimamente lo hizo sufrir- como Estudiantes.
Boca se sigue cargando de razones para ser optimista, para prolongar una evolución que ya lleva varias fechas. No exenta de altibajos, está claro, porque su primer tiempo contra Estudiantes fue flojo, pero aun así generó un penal que le atajaron a Edinson Cavani. No se dejó arrastrar por la adversidad ni por un rival que había mostrado más argumentos. Cambió la imagen por completo en el segundo tiempo, desde que a Edinson Cavani le quedaron dos situaciones al minuto de juego. Fueron el prólogo de los goles de Carlos Palacios, el mejor encuentro, y de Miguel Merentiel. Dos tantos que respondieron a jugadas bien concebidas: una por la circulación de la pelota y la otra por la presión sobre la salida del rival.

El rendimiento en el segundo tiempo es lo que más ilusionó a los hinchas de cara al superclásico ante River del próximo domingo. Un choque al que Boca llega como puntero de la Zona A, como el equipo con más triunfos (10) y el de mejor rendimiento como local.
Para completar esta primera etapa de zonas a Boca le quedan dos partidos de visitante: contra River y Tigre. Todo apunta a que terminará primero y la vuelta a la Bombonera será para el encuentro de los octavos de final, con la firme posibilidad de que ahí dispute también los cotejos de cuartos y la semifinal, si va superando los play-off. Lo concreto es que este Boca ahora entrega algunas certezas futbolísticas y encontró una estructura de equipo (Marchesín, Rojo, Delgado, Palacios y Cavani) que parecían muy lejanas tras aquella dolorosa eliminación ante Alianza Lima en los play-off de la Copa Libertadores. Es otro Boca, se ganó un crédito que deberá seguir incrementando a medida que se acerca el superclásico y las etapas decisivas.
