Fue otro gran partido el que regaló la competición europea. Dos choques de estilos. La pelota fue de España y la búsqueda de espacios fue de Portugal. Con CR7 como bandera, los lusos remontaron dos veces el marcador para terminar imponiéndose 5-3 en penales, ejecutando todos de manera perfecta. El astro portugués vivió de todo. Primero le dio el segundo empate a su selección. Luego, a falta de cuatro minutos para terminar el tiempo regular, debió salir por una molestia muscular y tuvo que ver todo el final desde afuera. Pero tantos nervios valieron la pena.

De entrada, España se puso en ventaja por un gol de Zubimendi tras una buena jugada colectiva. Rápido lo empató Nuno Gomes. El lateral izquierdo fue la gran figura del partido. Anotó un gol, generó el segundo de CR7 y encima le pegó bárbaro a su penal. Sin embargo, sobre el cierre del PT, Oyarzabal había vuelto a poner en ventaja a España. Pintaba complicado para Portugal, pero salió a presionar más arriba a su rival y llegó al 2-2. Desborde de Nuno Mendes, Cristiano Ronaldo desacomodó a Cucurella y empujó al gol. A partir de ahí fueron palo y palo sin guardarse nada salvo más goles que no llegaron a pesar del alargue.

En los penales, la eficacia de Portugal fue total. Para ese entonces, el capitán miraba al borde del llanto. Cerraba los ojos y se escondía en sus compañeros hasta que Diogo se lo atajó a Moratta y luego Neves terminó rematando cruzado para darle el título a Portugal. A los 40 años Cristiano sigue vigente. Un gol en la final y nuevo título ante un España joven y lleno de futuro.
Eterno. Tan grande como Leo Messi, aunque el nuestro es el mejor de todos. A los 40 años, y completamente emocionado como si se tratase de un jugador adolescente, Cristiano Ronaldo volvió a levantar un título con Portugal. Por penales, su equipo derrotó a España tras empatar 2-2 en los 120 minutos y ganó por segunda vez la Nations League tras la conseguida en 2018/19.
