Argentinos no le tuvo piedad a Estudiantes. Lo goleó 4 a 0 y lo dejó con más dudas de las que tenía cuando llegó a La Paternal. El equipo de Eduardo Dominguez clasificó pese a la derrota, ayudado por el resultado de otros partidos, pero es difícil pensarlo más allá de los octavos de final si se lo juzga por el papel que tuvo en el Diego Maradona, donde fue vapuleado por un rival infinitamente superior.
Lo de Estudiantes fue tremendo. Empezó la fecha con una única misión: ganar para que su clasificación a octavos no dependiera de otros resultados que finalmente fueron fundamentales para lograrlo. Nunca mostró las herramientas para ser protagonista. Es más, lo bailaron.

El primer lapsus lo condenó. En dos minutos sumó los errores necesarios para que el Bicho se impusiera sin mayores problemas. El equipo de Nico Diez ya estaba clasificado, pero jugó con la pretensión de quedar primero en su zona, por encima de Boca, que juega el domingo. Por ahora lo consiguió. Y obligó al equipo que dirige Mariano Herrón a ganar para poder sobrepasarlo.
Es sabido que el Pincha no encuentra el rumbo en el torneo Apertura y el papel que tuvo en La Paternal fue por momentos penoso. A los 25 minutos la defensa mostró una pasividad asombrosa en la jugada que abrió el marcador: eran cinco delante del arquero y fue gol del local.
Facundo Rodriguez despejó un tirito en el área en dirección a Gabriel Neves, que la rebotó a un costado para intentar una salida a un toque en el área. Interceptó Román Vega, le comió la espalda a Román Gómez y tocó para Tomás Molina, que remató junto al palo derecho del arquero.

Estudiantes sacó del medio y repitió el error en la mitad de la cancha. Cuatro toques desde el medio hacía atrás, Facundo Rodríguez le erró al quinto y Molina pescó la pelota, se sacó de encima el achique del arquero y metió el segundo, un minuto después de haber hecho el primero.
En la segunda parte, Alan Lezcano estuvo cerca de anotar el tercero con un tiro que se fue apenas por encima del travesaño. El Pipa tuvo revancha y un puñado de minutos más tarde anotó su nombre en la cuenta con una definición bárbara desde afuera del área que se acomodó junto al palo derecho.

A esa altura el Pincha estaba afuera de los octavos y su suerte dependía de otros. Sin respuesta y en números negativos en la diferencia de gol porque recibía otro cachetazo. Esta vez, el gol fue de José Herrera con un zurdazo desde afuera del área.
Las buenas noticias para Estudiantes llegaron de otras latitudes. De Avellaneda y Mendoza, los triunfos de Racing e Independiente Rivadavia lo metían en un mata – mata por el que poco hizo. Lo mismo sucedió con Central Córdoba, que cayó en el Sur del GBA a manos de un renacido Banfield
Argentinos dejó exactamente una imagen contraria. Pasó por arriba a su rival, le metió presión a Boca por el liderazgo y espera los playoffs como la oportunidad de confirmar su protagonismo.
