El equipo balcánico volvió a subir al podio de un Mundial y esta vez ganó la medalla de bronce tras doblegar por 2-1 al valiente seleccionado africano, que fue la sorpresa en Qatar. Tras el logro, Luka Modric e Ivan Perisic señalaron que fue su último mundial.
Usualmente se dice que el partido por el tercer puesto en un Mundial suscita poco interés, pero para Croacia significaba su consolidación en el podio del evento ecuménico. Esta vez venció 2-1 a Marruecos en el estadio Khalifa International y logró la tercera plaza del Mundial de Qatar 2022, bajando un escalón tras ser subcampeón en Rusia 2018, mientras que los marroquíes se van con la mejor clasificación histórica de un equipo africano.
Ambos rivales se cruzaban por segunda vez en la Copa del Mundo de Qatar, tras chocar en el estreno de fase de grupos con un insípido 0-0 que no vaticinaba los recorridos que protagonizarían después. El marcador se abrió a los 5′, tras una buena estrategia: Luka Modric amagó en la pelota parada y la ejecutó Lovro Majer, luego Ivan Perisic peinó desde la izquierda y Josko Gvardiol embistió al arco de Bono con un cabezazo letal.
Marcar también sirvió al central de 20 años para borrar la mala imagen del 3-0 de Argentina en semifinales, cuando Lionel Messi le sacó a bailar antes de dar el pase de la muerte. No obstante, el empate llegó dos minutos después, tras el saque de una falta, Majer despejó mal con la cabeza y puso el balón en el área pequeña, donde apareció el defensor Achraf Dari para lanzarse en palomita y anotar.
Tras ello, Croacia cocinó una jugada a los 33′ y la finalizó desde la izquierda Mislav Oršić con un sutil disparo al ángulo del arquero Bono que acompañó con su volada. Marruecos sufría y su técnico Walid Regragui dió entrada a Azzedine Ounahi, una de las figuras del Mundial. Empujada por su hinchada, mayoría entre los 44.000 espectadores, los ‘Leones’ no llegaban con claridad al arco de Livakovic.
A la hora del balance, los dos seleccionados hicieron un mundial con bríos y reescribieron los libros con presencias inesperadas en las semifinales de un torneo dominado por Argentina y Francia. Con apenas 30 años de existencia, la selección de Croacia volvió a estar a la altura. Lejos de ser una casualidad, en suelo árabe quedó en evidencia que cambian los nombres y pasan las generaciones, pero el protagonismo sigue vigente.
En apenas tres décadas y seis participaciones, Croacia ya disputó más semifinales que Inglaterra (3 a 2). Croacia fue revelación en Francia 98 comandada por Davor Suker y volvió a dar la talla hace cuatro años, con Luka Modric en Rusia 2018.