Gallardo y su River 2025 volvieron a empatar y la desilusión comienza a ser grande

Lo mejor de la noche fue el look del DT de Barcelona de Ecuador, el Mister Segundo Castillo.

El fútbol es un deporte fácil de explicar: hay que patear una pelota y gana el que más veces la mete en el arco rival. Lo que ya es difícil de comprender es por qué este River 2025 luego de haber invertido millones de dólares, mas de 40 palos le cuesta hacer un gol.

El arco que mide 7,32 metros de ancho por 2,44 metros de largo se convierten en escasos centímetros para el equipo de Marcelo Gallardo a la hora de la definición. Por qué no genera confianza ni siquiera tener un penal a favor, circunstancia en la que el pateador tiene más ventaja sobre el arquero. Preocupante este River que anoche lo llevó a sumar apenas un punto en el Monumental a pesar de la superioridad abrumadora durante los 90’ ante un Barcelona de Ecuador que festejó empate y lo dejó junto con River como líderes del grupo.

Segundo Castillo, DT de Barcelona de Ecuador

La falta de ofensiva de la que habló el Muñeco hace algunas semanas es un mal que ya no sólo afecta a Miguel Borja sino a todo el plantel. Ante la decisión de empezar a dejar al colombiano como alternativa desde el banco, Sebastián Driussi parece haber perdido la memoria que lo llevaron a ser goleador del Austin en la MLS y por el cual River Plate desembolso mas de 10 millones de dólares.

No pudo desde los 12 pasos, más allá de que un lindo taco suyo generó la acción en la que el arquero luego le cometió penal y que le pidió la pelota a Gonzalo Montiel como una señal de confianza. Pero esa acción generó la reacción adversa, al punto que fue uno de los responsables de convertir en figura al arquero José Contreras, convocado recientemente a la selección de Venezuela.

Driussi erró el penal a los 5 min del PT

El contexto era particular. Recordaba a los tiempos de la pandemia del coronavirus. El fútbol sin público en las tribunas no parece fútbol. Le falta un condimento. No tiene el mismo sabor. Pero las circunstancias así lo hicieron. Por la sanción de la Conmebol, debido a la utilización de la pirotecnia en la semifinal del año pasado con Atlético Mineiro, River debió jugar su primer encuentro como local en esta edición de la Copa Libertadores sin hinchas y no pudo vencer a Barcelona de Guayaquil.

Fue una noche apagada y triste en Núñez por la falta de público, con las 85 mil personas en cancha seguramente se hubiese escuchado el clásico “movete, River, movete” en varios momentos del partido en el que se cansó, literal, de tener la pelota hasta los 3/4 de cancha.

El estadio de River Plate sin público por la sancion de la Conmebol

Con Contreras en modo Armani, volando de un palo a otro, River cayó en la misma trampa de siempre. En muchas situaciones, sigue eligiendo mal el último pase, o no le queda bien para definir. Las estadísticas dirán que le entró por todos lados a los ecuatorianos, pero continúa definiendo pésimo. En síntesis: River es un equipo totalmente inofensivo y muy previsible.

En lo inmediato se vienen cuatro partidos claves para ver si finalmente revierten esta situación. Contra Talleres el 13/4 de (L) equipo que solo ganó dos partidos en el año, uno contra River por penales en la Supercopa Internacional, Gimnasia de La Plata el 18/4 (V), Independiente del Valle el 23/4 de (V) y el superclásico contra Boca Juniors el 27/4 de (L)