Un golazo de fuera del área del crack argentino sacó de la depresión a Argentina en la segunda mitad para encaminar un triunfo indispensable. Asimismo, Enzo Fernández sentenció el 2-0 con otro golazo. Ganando a Polonia, la Albiceleste está en octavos.
Apenas faltaba media hora para el final del partido y había una sensación en el estadio Lusail de que Argentina no tenía argumentos para doblegar a México y encaminar su clasificación. Algo sintomático de una depresión albiceleste cuando a Lionel Messi se le miraba con la lupa al borde del descalabro, no obstante, apareció su zurda mágica para marcar un gol vital y celebrado con rabia. El tanto que abrió el triunfo por 2-0 y le da vida a su equipo, sacándolo de la agonía que le produjo un debut con derrota.
Acaso en ese grito a los 64′, Messi anuncia que no está en su quinto Mundial para irse a casa antes de tiempo, marcando el camino de sus compañeros en un partido áspero y tenso por la necesidad de una victoria, más que por una escasez de buen juego. Para ello, Scaloni incluyó a Marcos Acuña y Alexis MacAllister para otorgarle más presencia ofensiva. Ya en la segunda parte entraron Enzo Fernández y Julián Álvarez, quienes cambiaron la cara de la ‘Albiceleste’ y no soltaron el titularato.
México apeló a las faltas para reordenarse y desesperar a los argentinos. Hizo 10 hasta el descanso, desde el trabajo encomiable de los puntas Alexis Vega e Hirving Lozano. Pero después se fue haciendo pequeña, sin amenazar la defensa albiceleste, dejando síntomas de decaimiento, al tiempo que Argentina encontraba un envión. Le vino bien la conducción prolija de Enzo Fernández como manija, lo que permitió a Messi descolgarse por fin.
El tanto de Messi permitió libertarse y entender que detrás de su líder se puede caminar firme en el Mundial y hasta animó a Enzo Fernández con un gol sublime a los 87′, entrando al área grande: el que volvió el alma al cuerpo albiceleste. El que permite a Argentina respirar con tres puntos en el segundo lugar y dejando a Arabia Saudí en el tercero (3 puntos). Falta otra agonía, ante el líder Polonia (4 puntos), para sellar un billete a octavos de final.