Con Inter ya esperando en la gran final de Munich, entre PSG y Arsenal se tenía que definir al segundo finalista. Lo que ya estaba claro antes de jugarse era que en la definición volverá a ver duelo de estilos. PSG y Arsenal son parecidos en comparación a lo que proponen los italianos, que sin embargo dieron más show. Son dos equipos al que les gusta la pelota, atacar con mucha gente y se animan a quedar expuestos a las contra. Finalmente será el vistoso equipo francés el que se verá cara a cara con el duro y pragmático Inter de Lautaro.
En una semi tan abierta y generosa como la primera entre Barsa e Inter, el equipo de Luis Enrique terminó prevaleciendo en los dos partidos para un global de 3-1. En Londres había conseguido un 1-0 y en París lo terminó liquidando 2-1. Eso sí, dejando algunas dudas y mostrando fallas (especialmente en el inicio del juego) que ante un equipo como el Inter podría poner en jaque el título.
En los primeros 10 minutos, los franceses se volvieron a mostrar con ese prejuicio que desde que llegó el DT español intentan desterrar: un equipo que juega bien pero que no es inteligente en momentos decisivos. Uno al que le cuesta medir la temperatura de lo que se está jugando. ¿Por qué? Porque de inicio fue sometido por el Arsenal y prácticamente no pudo salir del área chica. Lo salvó el enorme Donnarumma con un par de salvadas fantásticas, especialmente ante un remate de gol de Odegaard. Sin el arquero, no es fácil imaginarse al PSG en la final de Champions.
Pero a partir de ahí empezó a revertir el desarrollo del juego y a mostrar esa personalidad que tanto se le pide. A los 16’, Kvaratskhelia casi hace un golazo, pero su remate colocado dio en el palo. Fue un aviso de lo que pasaría 10 minutos más tarde, cuando sí llegó un golazo. Fabián Ruiz sacó un remate de media distancia lleno de potencia que se transformó en el 1-0. Con dos goles de ventaja, la serie para los ingleses ya quedaba demasiado lejos. En el ST pareció que PSG otra vez flaqueaba por un penal mal ejecutado por Vitinha, pero llegó al 2-0 de Hakimi y ni el descuento lo despeinó. Hay final y será más que atractiva.
