Aston Villa quedó con vida en los cuartos de final de la Champions League solo por la gran actuación de Emiliano Martínez. El 3-1 de París Saint Germain en el Parque de los Príncipe no fue más abultado por las 9 atajadas del Dibu, silbado de principio a fin por los franceses. Ahora todo se definirá el próximo martes, en Birmingham.
Dibu es un provocador. Acaso por su condición de arquero, navegante solitario en las aguas turbulentas del fútbol. Quizá sea porque nadie lo va a defender, porque es la última barrera antes de la alegría ajena. Lo demuestra en cada partido. Y también afuera de la cancha. Los franceses lo odian desde que le tapó un gol hecho a Kolo Muani en la final de Qatar, le atajó el penal a Coman y le hizo un trabajo psicológico a Tchouameni que terminó desviando su remate.

l partido de Aston Villa fue deslucido pero efectivo: se metió muy atrás y apostó a una o dos contras. No más que eso. Y en la primera golpeó con Morgan Rogers, que le puso el moño a una linda jugada colectiva tras un grosero error en salida de Nuno Mendes. El 1-0 de la visita era demasiado premio, por eso estuvo bien la igualdad de Doué, que dejó parada y haciendo vista a Martínez.
Fue muy pobre lo del conjunto de Inglaterra en la segunda parte: jugó incluso más cerca de Dibu. Sí, los 11 jugadores estuvieron metidos en el área. La derrota era inevitable. A poco de iniciado el segundo tiempo, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia hizo un enganche a lo Messi y la clavó al ángulo de zurda. Nada para hacer para Martínez.

Y siguió PSG, dueño absoluto del partido. No se desesperó para estirar la ventaja y confió en la paciencia. Tampoco sufrió atrás porque los ingleses no atacaron. Datos del duelo que sirven para graficar: la tenencia del local fue del 75 por ciento. Más: los franceses dieron 840 pases contra 271 del rival. ¿Disparos al arco? 29 contra 7. ¿Córners? 9 contra 1.
Así, la caída por la mínima era un negocio redondo para los comandados por Unai Emery. Pero, en la última, Nuno Mendes amagó adentro del área, hizo pasar de largo a Dibu, y puso el merecido 3-1.
