El brasileño Rodrygo rescató del letargo a la ‘Casa Blanca’ marcando un gol extraordinario y festejando con el clásico gesto de Pelé ante el Cacereño, un rival amateur de la cuarta división española. El equipo de Carlo Ancelotti accedió a octavos de final.
La Copa de su Majestad el Rey de España debe ser uno de los torneos que más pasiones despierta en el fútbol mundial, porque se pueden dar paridades entre plantillas super profesionales como la del Real Madrid, que apenas pudo derrotar por 1-0 a un grupo de casi aficionados del Polideportivo Cacereño. Nada menos que un club de cuarta división que encendió las alarmas de un batacazo histórico, en una cuidad que vivió un acontecimiento con la presencia del vigente campeón de Europa.
Lo que está claro que este tipo de partidos lo solventa el bloque defensivo y la calidad ofensiva. Sin embargo, el Madrid apeló a un chispazo extraordinario de Rodrygo Goes a los 69′ dio la clasificación al Real Madrid en un partido discreto por los dieciseisavos de final. Cierto es que un el intrépido Cacereño apenas inquietó al golero ucraniano Andriy Lunin, pero alcanzó para poner al límite al eterno favorito en España.
La precaución de Carlo Ancelotti no fue correspondida por el grupo de reservistas que ubicó en el ’11’. Cierto, el terreno de juego del estadio Príncipe Felipe era terrible, pero no debe explicar la escasísima aparición de Tchouaméni o Hazard en una noche desapacible y con más riesgo que gloria para jugadores que costaron millones. Por ello, el DT italiano buscó más energía en el complemento con los ingresos Rüdiger y Fede Valverde. No hubo efecto inmediato, pero alcanzó para encaminar el partido.