Se fue de la cancha con silbidos, River. Se entiende más por el final de un partido que debió ganar y que estuvo a punto de perder: si Copetti no le erraba al arco en el último mano a mano, Central se habría llevado un partido cambiante desde el resultado y también en términos anímicos.

Hace no tanto tiempo Marcelo Gallardo, después de la derrota de su equipo contra Estudiantes, rescataba algunas cosas del equipo que le habían gustado. Esta vez podría decir lo mismo: River dio un paso adelante en algunos ítems del juego, aunque a su vez retrocedió en otros. Por un lado, sí se vió por varios pasajes del 2-2 ante el conjunto de Holan a un CARP que intentó ser voraz, con una buena presión para recuperar alto la pelota, con algunas buenas asociaciones en velocidad, con un Mastantuono que sigue siendo decisivo para imprimirle ritmo y vértigo al ataque.
Por el otro, River dió demasiadas ventajas en la defensa: Acuña y Bustos irregulares y Pezzella y Martínez Quarta no estuvieron coordinados en la marca y no parecen jugadores de la Scaloneta: especialmente al Chino, que compensó con su gol de cabeza la macana del 0-1 (un corner regalado entre él y Acuña y una desatención para seguir a Ferreira en el envío aéreo), dejó en evidencia que se siente bastante menos cómodo a perfil zurdo.

El gol de Subiabre parecía el premio que necesitaba el equipo para certificar el avance en el funcionamiento ofensivo que asomaba en el trámite: aún con problemas para el último toque, no es difícil adivinar que el Muñeco se habrá ido tranquilo por la idea y la intención que mostraron sus dirigidos.
Con un detalle no menor: a River hace rato le falta peso en el área, con un Borja poco participativo y lejos del gol (esta vez casi no tuvo chances) y un Driussi que entró lógicamente a destiempo después de la inactividad tras un desgarro que fue un retroceso en su ya de por sí lento proceso de adaptación al fútbol argentino. El debut de Kevin Castaño fue auspicioso. El colombiano, intenso y con buen manejo de pelota, promete ser importante en el futuro cercano.

River necesitará, de cara a la Copa Libertadores 2025 que está a horas de comenzar nada menos que en Lima donde Napoleón tuvo su famoso ¨Waterloo¨, afinar la puntería y agregarle picante a un ataque que al menos esta vez empezó a poner en aprietos a Rosario Central. Un equipo, el de Holan, que pegó en los momentos justos y que representaba todo un desafío para el CARP en el plano local. Sacándole el jugo a un Malcorra que con la pelota en los pies siempre es un distinto, el Canalla entendió que podía hacerle daño a River a tiempo y casi se lleva tres puntos para seguir como líder de la zona.
Los silbidos para el equipo de MG quedarán en la portada. Y eso no está mal: la exigencia de la gente intenta levantar a un plantel por el cual se invirtieron millones de dólares y por el momento no lo demuestran en la cancha……….
