El ‘Millonario’ se floreaba en el primer tiempo con un buen gol de Pablo Solari, pero el ‘Matador’ reaccionó e igualó con un controvertido penal de Mateo Retegui. El equipo de Marcelo Gallardo no termina de arrancar.
Lejos de sus mejores versiones futbolísticas, River Plate es una máquina pero con motor fuera de borda que avanza, se estanca y muchas veces retrocede. El empate por 1-1 de esta noche en el conurbano bonaerense, ante Tigre, dejó un sinsabor enorme en la hinchada millonaria porque está costando meterse en la pelea por el primer lugar. Es cierto, va, busca e intenta. Lo da todo, pero como visitante no le está alcanzando, y para desplazar al sorprendente líder Atlético Tucumán realmente hace falta la regularidad del River de otros años. Por ello rema desde atrás, para reducir la diferencia con los tucumanos, que hoy es de seis puntos y mañana puede ser de más.
River apenas tiene bonitas ráfagas, como el hermoso gol de Pablo Solari -tras una jugada en combinación- que lo puso por delante en el marcador. Pero esa intención no se puede sostener. Y eso fue una constante en buena parte de este año: con vaivenes, contratiempos, luces y sombras. Se cae, como en la derrota ante Sarmiento en el Monumental; se levanta con goleadas ante Newell’s Old Boys y Central Córdoba; reacciona con fundamentos técnicos del estilo que impuso Marcelo Gallardo, pero se confunde cuando pierde su sello distintivo.
Contra Tigre, el buen juego fue apenas una buena intención y, claro, el rival le demandó un excesivo esfuerzo cuando le adelantó las líneas y buscó el empate. Los jugadores más dúctiles como Agustín Palavecino o el uruguayo Nico De la Cruz también deben correr, marcar, luchar, más allá de algunas sutilezas, pero por momentos aflojan. Por ello se produjo el empate del ‘Matador’, por el arrojo de su plantel que, sin un presupuesto «millonario», encimó sobre el arco de Franco Armani hasta conseguirlo.
Por eso se produjo la mano de Emanuel Mammana, desde la presión por defender una ventaja corta. Claro, la decisión no estuvo exenta de controversia porque fue verificada en el VAR y luego corroborada un buen rato por el árbitro Patricio Loustau, quién al final señaló el punto de la pena máxima, ante la protesta de los riverplatenses. La ejecución de Mateo Retegui tuvo ese rapto de tranquilidad que e permitió alcanzar el 1-1 final. Un empate que siembra muchas dudas dentro de River.
La jornada sabatina se complementó con el triunfazo por 2-1 de Godoy Cruz (cuarto lugar) en Rosario, ante Newell’s y la inesperada derrota de Argentinos Juniors (quinto lugar) ante Platense por 2-0. Mañana continúa la jornada 16 de la Liga Pro-fesional Argentina con el plato fuerte entre el líder ) Atlético Tucuman visitando la Bombonera para medirse a un irregular Boca Juniors. En tanto, Gimnasia y Esgrima La Plata (segundo en la tabla) visitará Junin para medirse a un siempre incómodo Sarmiento. ¿Qué pasará?