Los ‘Xeneizes’ se chocaron con Gaspar Servio, quien le atajó un penal a Pol Fernández. Aunque Agustín Rossi también fue figura bloqueando un disparo de los 12 pasos a su colega del ‘Canalla’ y la hinchada pidió su renovación.
La noche empezó fría, se puso caliente al final de la primera mitad, pero terminó entre las sombras y los silbidos de La Bombonera. Boca Juniors y Rosario Central no pasaron de un empate sin abrir el marcador, a pesar de que hubo ocasiones de gol para romper el cero, sobre todo en el primer tiempo. Después, los ‘Xeneizes’ no tuvieron ideas en la segunda fracción para alcanzar un triunfo que era necesario para ascender posiciones. Por ello, se mantiene en la posición 13, a nueve unidades de una punta que -por como está jugando el equipo de Hugo Ibarra- parece lejana.
Eso sí, el mérito mayor de la noche fue de los arqueros de ambos equipos. Primero fue el boquense Agustín Rossi quien le paró un disparo colocado a su colega Gaspar Servio, llevándose la gran ovación de la noche, cuando solo iban 15′. Luego fue la revancha de Servio, el arquero del ‘Canalla’ con pasado en River, ya que se encargó de ahogar el grito de gol de Pol Fernández con una atajada felina a su palo derecho, cuando se jugaban 9′ de adición antes del entretiempo. Mención aparte al cobro de ambas penalidades, puesto que el árbitro Pablo Echavarría debió apoyarse en las diferentes tomas del VAR para validarlas.
Lo que sí está claro es que a la hinchada ‘xeneize’ no le gustó esta actuación y los silbidos no se hicieron esperar, apuntando claramente al palco presidencial. Porque tras todos los incidentes que se repiten semana a semana, con dimes y diretes de la plantilla con el Consejo de Fútbol, la pelea del fin de semana entre Zambrano y Benedetto y las decisiones controvertidas de Juan Román Riquelme; al menos así la calma no hay cuando llegue a Boca. Y, encima, de local también está dejando puntos en el camino, por lo que el objetivo del título va a los tumbos.